Detrás de esa sonrisa
El sueño de una
sonrisa maravillosa ha sido motivo de preocupación desde tiempos remotos. Y es
que la boca es una de las armas de seducción
más importantes, por eso y -sobre todo- por
cuestiones de salud, debemos prestarle tanta atención como a cualquier otra
parte del cuerpo.
Mantener la
boca en correctas condiciones no sólo nos da un buen
aspecto y nos hace sentir bien, sino que nos
permiten hablar y comer apropiadamente, por lo que se convierte en una parte primordial de
nuestro bienestar general.
Hoy existen avanzadas técnicas para
alinear, reconstruir, blanquear y recuperar los dientes, pero aunque hoy
corregir lesiones sea menos doloroso y más efectivo que antes, la mejor opción
sigue siendo mantener una
rutina preventiva que nos ayude a evitar problemas
bucales.
Una correcta y constante higiene bucal, combinada con visitas
periódicas al odontólogo son clave para sonreír sin
complejos. Aquí preparamos una guía para ponerse en acción:
ü
Cepillarse
los dientes, como mínimo 3 veces al día.
Esta acción debe durar al menos 5 minutos. Ir
en orden nos asegura no olvidar ninguno.
ü Elegir un cepillo adecuado a la boca (el dentista podrá asesorarnos). Y
cambiarlo más o menos cada 3 meses.
ü
Los
movimientos deben ser suaves y cortos
y recorrer todas las caras
de los dientes: interior, exterior y superior.
ü
Cepillar
también la
lengua, para mejorar el
aliento y eliminar bacterias que podrían dañar los dientes.
ü
Las encías
también deben ser tenidas en cuenta al momento del cepillado, ya que su
malestar puede causar complicaciones. Si se inflaman o sangran, hay que
consultar al odontólogo.
ü
Utilizar
hilo dental diariamente para completar la limpieza, ya
que consigue llegar donde el cepillo no llega.
ü
Visitar
al dentista cada seis meses,
aunque no se sientan molestias, para asegurarnos y mantener el buen estado de
la boca.
ü
Es el
profesional quien debe indicar el uso de enjuagues bucales o productos con flúor.
ü
La primera visita de los niños al odontólogo debe ser alrededor de los 3 años, así irá construyendo una experiencia
positiva y podrá desarrollar hábitos de higiene bucal seguros y duraderos desde
temprano.
ü
Las
alimentos muy dulces favorecen la aparición de caries,
por eso: asegurarse de que los chicos se cepillen después de una “panzada” de
golosinas.
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