¡Vamos a caminar!
Los expertos dicen que la caminata se aproxima a ser la actividad ideal, ya que es una excelente forma de ejercitarse, que trae muchísimos beneficios y demanda muy pocos requisitos.
Puede ser practicada en casi todas las circunstancias y lugares; es gratis, segura y efectiva; no requiere habilidades o entrenamientos especiales; no presenta contraindicaciones.
Tal es así que caminar se ha tornado una práctica muy popular, elegida como actividad única o como complemento de otras, por hombres y mujeres de cualquier edad y condición física.
Puede ser practicada en casi todas las circunstancias y lugares; es gratis, segura y efectiva; no requiere habilidades o entrenamientos especiales; no presenta contraindicaciones.
Tal es así que caminar se ha tornado una práctica muy popular, elegida como actividad única o como complemento de otras, por hombres y mujeres de cualquier edad y condición física.
Aquí presentamos algunas de las ventajas de este ejercicio, para tentarnos y ponernos en marcha:
-Quema calorías: una persona de 75 kg, caminando 1 km en 9 minutos, al cabo de una hora habrá quemado entre 500 y 800 calorías.
-Aumenta el ritmo metabólico: es decir que se consumirá energía con más velocidad, aún después de terminar la actividad, lo que ayudará a bajar de peso.
-Incrementa el tejido muscular: aumenta la proporción de músculo en el peso corporal, haciendo lucir un cuerpo más firme y modelado.
-Favorece la salud: ayuda a disminuir la presión arterial, fortalece el corazón, disminuye los riesgos de arteriosclerosis (colesterol).
-Mejora el estado de ánimo: produce una sensación de bienestar, ya que es un tiempo de distensión que funciona como válvula de escape del estrés, revigoriza y motiva.
Y algunos datos a tener en cuenta para que la caminata tenga buenos efectos:
-La clave está en la frecuencia y la continuidad: lo ideal es caminar por lo menos 30 minutos, un mínimo de 3 veces por semana. Con el tiempo se podrá ir aumentando el tiempo y la distancia, e incrementar la velocidad.
-Planificar la rutina y la ruta: establecer de antemano cuánto tiempo se caminará y elegir áreas conocidas e iluminadas. Llevar agua y alguna identificación personal.
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