¿Te espera un día agitado?
Delineate con tu lápiz preferido y fijá la línea aplicándole encima sombra del
mismo color. Podés usar el aplicador que traen los estuches de sombras.
¡Maquillaje intacto por horas!
¿Te aplicaste demasiado rubor? Si
no te gusta el resultado no tenés que salir a la calle convertida en una muñeca
pepona. Simplemente aplicá encima una capa de polvo del mismo tono de tu piel o
1 tono más claro. ¡Solución express!
¿Cejas desprolijas? Si no tuviste
tiempo de poner orden en tus cejas con la pincita, disimulalo cubriendo todo el
párpado, desde las pestañas hasta debajo de las cejas, con un corrector del
mismo tono de tu piel. ¡Funciona!
¿Labios finos? Aplicá un corrector
claro alrededor de la boca y difuminá bien. Finalizá con un labial de tono
claro y rematá con abundante brillo. ¡Labios pulposos en segundos!
¿Labios asimétricos? Maquillalos
con 2 tonos de labial distintos (dentro de la misma gama): uno más claro para
el labio más fino y uno más oscuro para el más grueso. ¡Te vas a
sorprender con los resultados!
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